Reino de ladrones (Seis de cuervos #2)

   Reino de ladrones es la segunda parte y guinda final de la bilogía que comienza con Seis de cuervos. Dos novelas que se incluyen en el universo Grisha de la conocida trilogía Sombra y hueso, Asedio y tormenta y Ruina y ascenso.

Ficha Técnica:

Título: Reino de ladrones.

Autor: Leigh Bardugo.

Género literario: Fantasía.

Editorial: Hidra editorial.

Traducido por: Miguel Trujillo.

Número de páginas: 604.

Kaz Brekker y su equipo han dado un golpe tan temerario que ni siquiera ellos pensaban sobrevivir. Pero en lugar de conseguir una buena recompensa, a su regreso de la Corte de Hielo tienen que seguir luchando por sus vidas. Traicionado y debilitado, el equipo está corto de recursos, aliados y esperanza. Mientras poderosas fuerzas de todo el mundo llegan a Ketterdam para desentrañar el secreto de la peligrosa droga conocida como jurda parem, viejos rivales y nuevos enemigos emergen para desafiar el ingenio de Kaz y poner a prueba las frágiles lealtades del equipo. Una guerra se adueñará de las oscuras y tortuosas calles de la ciudad, una batalla por la venganza y la redención que decidirá el destino del mundo Grisha.

Valoración personal:

     Sinceramente, me encanta el trabajo que Hidra ha hecho con esta serie. Las portadas, el borde de las páginas… ¡por no hablar de las fantásticas cartas que han repartido! Lo cierto es que se han portado con estos dos libros.

     Me dio mucha pena haber terminado esta bilogía que deja muy atrás a la trilogía que le precede, pero por otra parte… me alegro mucho de haberla leído. Me ha quitado ese mal sabor de boca que me dejaron los anteriores tres libros del Grishaverso.

     En esta novela, Leigh nos lleva de nuevo a Ketterdam, donde Kaz y los suyos descubren que ya no son bienvenidos y que los aliados que creían tener les han abandonado en pos de granjearse las simpatías de aquellos que mandan en la ciudad. Al problema del precio sobre sus cabezas se suman otros, como la llegada de todas las potencias importantes del mundo, cazadores de Grishas y asesinos dispuestos a acabar con el intrépido grupo sea como sea. En estas circunstancias, no les queda más remedio que salir de su escondrijo y plantar cara a todos sus enemigos con una buena dosis de ingenio, valentía y suerte.

     Al igual que en Seis de cuervos descubrimos la historia de Kaz e Inej, la relación que une a Nina y Matthias y algunas pinceladas de la vida de Wylan, en Reino de ladrones conocemos más sobre el desarrollo de las habilidades de Inej, así como el pasado de Jesper y los motivos para hacer lo que hace y, también, el pasado de Wylan. Es una de las cosas que más me gusta a la hora de leer, descubrir los pasados de los personajes, ya que eso ayuda a conocerlos mucho mejor.

     En general, me gustan los seis protagonistas… son todos muy humanos (bueno, de Kaz aún estoy dudando, porque ese hombre no puede ser normal), aunque unos más que otros. Lo único que podría decidir es cuál me gusta más de todos ellos. Kaz, Inej, Jesper, Wylan… no sabría por cuál decantarme, ya que son mis cuatro favoritos. Quizá Wylan, por su batalla interna para superar su inseguridad y esa dulzura que no pierde ni siquiera cuando ha visto cosas horribles. Lo que sí tengo muy claro es que su relación con Jesper… simplemente la adoro. Se me hacen tan adorables juntos que, a día de hoy, todavía no he superado cómo evoluciona esa relación.

     He disfrutado mucho Seis de cuervos y Reino de ladrones. Echaré de menos recorrer las calles de Ketterdam, verme rodeada por los chanchullos de El Barril y las movidas de Los Despojos con el resto de bandas. Pero, sobre todo, echaré de menos el cerebro y la inteligencia de Kaz, el talento y las silenciosas habilidades de Inej, las pistolas y los chascarrillos de Jesper, la ingenuidad y dulzura de Wylan, el ingenio y picardía de Nina y la fuerza y la seriedad de Matthias. Había veces que  me olvidaba de que todos ellos no son más que un atajo de adolescentes; todo lo que se han visto obligados a vivir desde tan jóvenes les ha hecho madurar a base de golpes.

  Para acabar, solo me queda por decir que es una bilogía que recomiendo encarecidamente. Es un must, tanto si te gusta la literatura juvenil, como si no.